El presidente Evo Morales expresó el miércoles su aprobación a una propuesta de un sindicato de periodistas de que los medios que incurran en actos de discriminación o racismo, en lugar de ser clausurados se entregarían para que sus trabajadores los gestionen. Tras una reunión con la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz, que estaba molesta porque la ley contra el racismo que debate el Congreso amenaza con cerrar sus centros de trabajo si quebrantan dicha normativa, Morales expresó que convino que "si el empresario o dueño de medio de comunicación usa mal la frecuencia, se le quita. Eso le damos a los trabajadores de la prensa de ese medio, por tanto no hay ninguna pérdida de fuentes de trabajo".
El proyecto de ley impone sanciones que van hasta el cierre de los medios que publiquen "ideas racistas y discriminatorias", lo cual expone a los trabajadores a quedarse sin su empleo y en protesta a esa posibilidad el periodista Milton Montero empezó el lunes una huelga de hambre a la que se han sumado seis de sus colegas en la región oriental de Santa Cruz.
Las protestas de los trabajadores de la prensa se realizaron a nivel nacional y no se descartó que se eleve una queja ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
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